jueves, 26 de mayo de 2011

El Arrepentimiento Biblico 3era Parte

 Demuestre Su Arrepentimiento y Manténganse
Mientras que no éramos salvos, nosotros producíamos fruto para muerte (Rom 7:5).  Pero ahora debemos producir buen fruto para evitar el ser cortados y arrojados en el fuego (Mat. 3:10).  Esto requiere acción de nuestra parte que no puede ser una salvación por “obras” ya que Jesús encomió el mensaje de Juan (Mateo 11:11).  

El mensaje estándar del evangelio de gracia del Apóstol Pablo también está de acuerdo con el de Juan:
... que anuncié ...  que se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento (Hechos 26:20).  

Jesús nos hace libres de la esclavitud del pecado (Juan 8:34-36) pero después de la salvación inicial, Pablo enseñó a los cristianos a persistir en buscar la inmortalidad, a continuar en el Espíritu y a hacer morir el pecado para vivir:

Vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad (Romanos 2:7).  

Porque si vivís conforme a la carne, moriréis, mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis (Romanos 8:13).  

La responsabilidad humana y el libre albedrío están también claros en el consejo de Pablo al Pastor Timoteo cuando le dice “no participes en pecados ajenos.  Consérvate puro (1 Timoteo 5:22).

En forma similar, Juan aconsejó a sus hijos “guardarse de los ídolos” (1 Juan 5:21).

Alguno pudiera alegar, “pero nosotros no estamos bajo la ley”.  Cierto, nosotros no estamos bajo la ley ceremonial, pero b> nosotros todavía estamos bajo la ley moral como puede verse en versos tales como 1 Corintios 6:9, 10;  Efesios 5:5-7;  Gálatas 5:19-21;  Judas 7;  Apocalipsis 21:8;  etc.  Recuerde que Pablo le dijo a los cristianos corintios que no fueran idólatras (1 Corintios 10:7).  El sabía que los cristianos podían convertirse en idólatras y terminar así en el lago de fuego según Ap. 21:8 a menos que se arrepintieran.  Por lo tanto, estos apóstoles aconsejaron a los cristianos mantenerse lejos de tal peligro espiritual.

Santiago enseñó qué clase de religión es aceptable a Dios y de qué debían guardarse los cristianos:
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta:  Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo (Santiago 1:27).  

Estas todas son enseñanzas de la verdadera gracia.  El problema, entonces, estriba en aquellos que tienen un punto de vista distorsionado acerca de la gracia.

Escudriñe Su Corazón y Libérese

El consejo siguiente de los Salmos puede ser de gran beneficio para aquellos que desean mantener un camino santo delante de Dios:

Temblad y no pequéis;  meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad (Salmo 4:4).  

Confesaré mi maldad, y me contristaré por mi pecado (Salmo 38:18)  

Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus testimonios (Sal 119:59)  

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;  pruébame y conoce mis pensamientos;  y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno (Salmo 139:23,24).  

Estas clases de oraciones nos ayudarán a mantener un corazón puro, que es vital ya que estos son los que estarán en el lugar santo de Dios (Salmo 24:3,4).  “Mantener la fe y la buena conciencia” nos preservará de naufragios espirituales (1 Timoteo 1:19).

Pedro y Pablo nos dieron otras importantes salvaguardas y ordenanzas:

Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis en salvación (1 Pedro 2:1,2).  

Porque :  El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;  apártese del mal, y haga el bien;  busque la paz, y sígala (1 Pedro 3:10,11).  

Por lo cual, oh amados, estando es espera de estas cosas (la morada de la justicia, V. 13), procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.  (2 Pedro 3.14).  

Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros:  fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;  cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de la desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.  

Pero ahora, dejad también vosotros todas estas cosas:  ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.  No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno (Colosenses 3:5-10).  

Para liberarnos del pecado a fin de regresar a Dios ha existido desde hace mucho tiempo un mandato bíblico:
Si de todo corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y sólo a El servid (1 Samuel 7:3).  

Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo.  ¿Por qué moriréis, casa de Israel?  (Ezequiel 18:31).

El Verdadero Arrepentimiento Incluye Dolor Santo y Vergüenza

El verdadero arrepentimiento también se manifiesta en dolor, vergüenza por aquellos actos pecaminosos cometidos y en un deseo ferviente de hacer las cosas correctamente:

Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.  ¿Pero qué fruto tenías de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis?  Porque el fin de ellas es muerte.  Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna (Romanos 6:20-22).  

Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse;  pero la tristeza del mundo produce muerte.  Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación!  En todo os habéis mostrado limpios en el asunto (2 Corintios 7:10,11).  

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;  al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios (Salmo 51:17). 

Por otro lado, los impíos están vacíos del temor de Dios y el dolor que lleva a la salvación:

La iniquidad del impío me dice al corazón:  No hay temor de dios delante de sus ojos.  Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, de que su iniquidad no será hallada y aborrecida (Salmo 36:1,2).  

Un buen punto clave de la condición de su corazón, entonces, es:  ¿Teme usted a Dios y aborrece su pecado, o está usted entre los impíos anteriormente descritos?

Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO

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