martes, 20 de diciembre de 2011

EL EVANGELIO DE JESUCRISTO

EL EVANGELIO DE JESUCRISTO


QUE DICE LA BIBLIA SOBRE:
  • ¿QUIÉN ES JESUCRISTO Y QUE HIZO?
  • ¿QUÉ ES EL PECADO Y COMO VE DIOS AL PECADOR?
  • El AMOR DE DIOS Y LA JUSTICIA DE DIOS
  • ¿POR QUÉ JESUCRISTO MURIÓ EN LA CRUZ?
  • ¿CÓMO PUEDO TENER PERDÓN DE PECADOS, SER SALVO Y ESCAPAR DE LA IRA VENIDERA?
  • ¿CÓMO PUEDO TENER RESCATE ETERNO DEL INFIERNO Y VIDA ETERNA?
  • JUICIO DE DIOS CONTRA EL PECADOR NO ARREPENTIDO

El Evangelio de Jesucristo




“Y que sea proclamado en el Nombre de Jesucristo el arrepentimiento para el perdón de pecados en todas las naciones”    Lucas 24:47


¿QUIÉN ES JESUCRISTO  Y QUÉ HIZO A FAVOR NUESTRO?
La Biblia enseña que Jesús de Nazaret es el HIJO DE DIOS, es decir Dios encarnado (Jn. 1:1; Col. 2:9; Filp. 2:5-8).  Es el eterno Hijo de Dios, que se manifestó en carne por el poder del Espíritu Santo; por la voluntad del Padre celestial (Jn 8:18), y enviado al mundo para morir como el Cordero que lleva el pecado de la humanidad ( Jn. 1:29; 1Jn. 2:2).  Tomando sobre sí mismo la divina maldición de la ira de Dios (Gal. 3:13), siendo así el SUSTITUTO por nuestro pecado (Heb. 7:26-27).  Él es el único que dijo que era Dios, (“El GRAN YO SOY”) EN EL HEBREO “YAHWEH” (Ex. 3:14; Lc. 24:36; Jn. 6:51,8:58) y lo demostró levantándose de la tumba al tercer día por el poder de Dios que lo resucitó (Lc 24:46; Ef. 1:20).

Ahora, Él es el ÚNICO mediador (intercesor) entre Dios y los hombres (1 Tim 2:5).  Es a través de Su sacrificio expiatorio que el hombre tiene la posibilidad de acercarse a la comunión con Dios; por medio de la Fe en Él (Rom. 5:1) obtener Perdón de pecados (Col. 1:14), y la Vida Eterna (Jn. 6:47).  Jesucristo ascendió a los cielos después de cuarenta días de haber resucitado; pero no sin antes prometer que VOLVERÍA OTRA VEZ.  Jesucristo volverá un día en las nubes del cielo y todo ojo le verá (Mt. 24:30). Vendrá para tomar a Su Iglesia; estos son el grupo de creyentes que le recibieron y guardaron su Palabra (1Ts. 4:15-17, Jn. 8:51), y a juzgar al mundo pecador que no recibió el Amor de Dios que era manifestado  a través de Su Hijo (Jn. 5.27; Rom. 2:16; 2 P. 3:7; 2Ts. 2:10).  Jesús de Nazaret es el Mesías Judío.  El  es Yehoshua M´Shija (Jesús el Mesías)  el Único Dios y Salvador del Mundo.

“MAS DIOS MUESTRA SU AMOR PARA CON NOSOTROS, QUE SIENDO AUN     PECADORES, CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS”    Rom. 5.8

Pero… ¿cómo entender la Gracia y El Amor de Dios manifestado en el sacrificio de Jesucristo (Yehoshua M´Shija)  sino entendemos ¿qué es el pecado, cómo ve Dios al pecador; y qué dice Dios en su justicia en cuanto al pecador?

En primer lugar, la palabra PECADO es un sinónimo de la palabra INIQUIDAD que significa literalmente “sin ley”.  Es decir, que no obedece la ley de Dios, por lo que el pecado es la desobediencia a la voluntad de Dios.  El pecado se introduce al mundo a través de la desobediencia de uno; de Adán,  que no guardó el mandamiento de Dios, cayendo de la gracia y la comunión con Dios.  Entrando la muerte al mundo por el pecado; y  desde entonces los hombres están privados de la Gloria de Dios, por cuanto todos pecaron y  no hay ni un justo (Rom. 5:12, 3.10, 23). La Palabra de Dios describe al hombre como injusto, engañoso, homicida, cruel, soberbio, murmurador, jactancioso, insensato, rebelde, desobediente a los padres, codicioso, lleno de malos pensamientos, extraviado de la verdad, esclavo de deseos carnales, y deleites diversos, viviendo en malicia, y envidias, aborrecible, idólatra, rencoroso, blasfemo, sin afecto, sin compasión, ni estabilidad, muerto en delitos y pecados, enemigo de Dios,  e hijo de ira.  (Rom. 1:29-32, 3:9-18, 5:6-10; Tit. 3:3; Ef. 2:1-3;Gal. 5:19-21).

Y, aunque podemos encontrar o ser personas “moralmente correctas”; Yahweh Dios, que escudriña los corazones (Prov. 20:27); conoce que todo hombre es pecador, pues en su corazón ha maquinado y deseado cosas  que aun se avergüenza que otros las conozcan. 

Esto nos hace concluir que NO HAY obra, voto,  promesa o virtud que nos haga ganar el favor de Dios para salvación.  Nuestras justicias son consideradas como NADA ante la Justicia de Dios (Is. 64:6; Rom. 3:23). El intentar obtenerla así, es muestra de no comprender la obra de la cruz y de un orgullo ciego. Yahweh Dios es Santo (sin mancha, perfecto) y justo, y no tiene por inocente al CULPABLE (Nahum 1.3).  La justicia de Dios ha dictaminado que debemos ser condenados, pues la paga del pecado es la muerte eterna (Rom. 6:23).   Dios no sólo aborrece al pecado, sino también a los que hacen iniquidad (Sal. 5:5, 11:5; Tit. 3:3).  En conclusión, todos los hombres somos reos de juicio eterno (Rom. 1:32,  2:8-9).

Es por esto que  Dios en su Amor, Sabiduría y Justicia envió a su  Hijo Unigénito para que fuese el sustituto por nuestro pecado y así poder salvarnos de la muerte eterna.   Jesucristo se encarnó y murió en la Cruz  en un solo sacrificio, de una vez y para siempre; como estaba escrito (Heb. 9:25-26, 10:12; 1P. 3:18), que el Cristo había de padecer y ser entregado en manos de pecadores y dado muerte (Lc. 18:31-33; Hch. 17:3).  Jesús en su sacrificio se hizo maldición, siendo contado como pecador aun cuando no había pecado en Él, y recibió el castigo de la copa de la ira de Dios  sobre sí mismo (Is. 53:12;  Mc. 15:34; 2 Co. 5:21; Gal. 3:13; Heb. 7:26; Jn. 18.11).  Al tercer día resucitó,  siendo testigos de ello los discípulos y más de quinientos testigos (Lc. 24:48,1 Jn. 1:1-3; 1Co. 15:6).  De esta manera, la justicia de Dios se satisfizo.  Jesucristo  llevó sobre sí nuestra culpa, y saldó nuestra cuenta.  Mostrando así Yahweh Dios su Gracia y  su Amor, sin faltar a su Palabra.

El amor de Dios no debe entenderse como uno que consiente al hombre en su pecado, y no retribuye justamente a cada uno según su obra; sino en el contexto de que a pesar de ser pecadores y merecedores del castigo eterno, Él ofrece libertar al hombre de su pecado y salvarle de la condenación por  medio del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Ahora, éste don celestial sólo puede ser recibido a través de la Fe en el Hijo de Dios; debe creerse en el EVANGELIO: Dios mismo se manifestó en carne, aunque no era pecador se hizo pecado y murió en la cruz recibiendo el castigo de Dios  sobre sí, y resucitó  al tercer día para justificarnos.  Cumpliendo con todas  las profecías anunciadas en la Escritura que el Cristo cumpliría.

“Porque  de tal manera amó Dios al mundo, que hasta dio a su Hijo Unigénito, para que todo el que CREA en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna” Jn. 3:16.

Es la fe en Él Hijo de Dios que nos da la salvación y vida eterna; pero el que no cree en el Nombre del Unigénito hijo de Dios ya está condenado (Jn. 3:18), y la ira de Dios está sobre él (Jn. 3:36).  Por eso el llamado de Dios a todos los  hombres es “ARREPENTÍOS Y CONVERTÍOS, CREED EN EL EVANGELIO DE YEHOSHUA M´SHIJA (Jesús El Mesías,   El Cristo)” (Lc. 24:47).

Para que sus pecados sean borrados y escapen de la ira que vendrá sobre el mundo incrédulo y pecador (Mt. 24:37-39; Lc. 17:26-30).

“Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de extravío, ahora ordena a todos los hombres que en todas partes TODO HOMBRE se ARREPIENTA, porque ha establecido un día en el cual con justicia habrá de juzgar a toda la Tierra, por medio del Hombre a quien Él ha designado y que hace volver a su fe a cualquiera, porque lo ha resucitado de entre los muertos”  ( Hch. 17:30-31, 2:38; Mc. 1:15).

Apártate del pecado, recibe a Yehoshua M´Shija (Jesucristo) por la Fe.  Si así lo haces serás regenerado por el Espíritu Santo, serás hecho una nueva criatura, que no sirve más al pecado sino a Dios. (2 Co. 5:17).

Al aceptar a Jesucristo como sustituto, hemos muerto juntamente con Él, y hemos resucitado a una vida nueva. El Espíritu Santo, viene a morar  en el creyente y Éste es la garantía de que somos hijos de Dios (Ef. 1:13-14).  Más para él que rehúsa creer en el Unigénito hijo de Dios, como el único Mediador y Salvador, como EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA (Juan 14.6), ya ha sido condenado y la ira de Dios esta sobre él (Jn 3:36, 8:24). Por su corazón no arrepentido atesora para sí tesoro de ira para el día de la ira y para la manifestación del justo juicio de Dios (Rom. 2:5).  Jesús posee las llaves de la MUERTE y el INFIERNO (Apoc. 1:18), y el pagará a cada uno según su obra (Apoc. 22:12) y echará al lago de fuego a aquellos que no recibieron la Verdad y el Amor de Dios a través de su Hijo Jesucristo (Apoc. 21:8). Nuevamente nuestro llamado a usted estimado amigo es: ACÉRQUESE a la Gracia Salvadora de Jesucristo (Yehoshua M´Shija) por la FE, ARREPIÉNTASE de su pecado y APÁRTESE de él. CREA en Jesucristo como Único Dios, Señor y Salvador; y ABRACE el EVANGELIO y la DOCTRINA de Jesucristo.

Por último, OBEDEZCA la Palabra de Dios buscando una Iglesia Cristiana en donde se  enseñe la Doctrina Apostólica, es decir donde se enseñe lo que desde un principio enseñaron los APÓSTOLES DE JESÚS, enseñanzas que conocemos a través de la Biblia.  Donde la Biblia sea la Única fuente de Autoridad, en donde se crea en el Padre, Hijo y Espíritu Santo como un Solo Dios (Gn. 1:1; Jn. 1:1,18; Mt. 28:19). Bautícese por inmersión en el Nombre de Jesucristo (Hch.  2:38; Mt. 28:19). Si has creído en el Evangelio de Jesucristo, y obedeces sus mandamientos eres verdaderamente un “Cristiano”. Te invitamos a obedecer y a depender absolutamente de Dios y Su Palabra (Jn 14:23-24; Col. 2:6-7; 1 Jn. 5:3). Persista en la oración a diario (Col. 4:2) y crezca en el conocimiento de Jesucristo.  Defienda y de a conocer El Evangelio de Jesucristo a otros.  Recuerde, nunca debe considerarse demasiado maduro o fuerte como para no necesitar la obra de la cruz en su vida,  y para depender totalmente de la ayuda diaria del trono de la gracia (Jn. 15:5-6;           Heb. 4:16). Que su Fe sea Firme hasta el día de Jesucristo (Mt. 24:30-31).

“HE AQUÍ VOY EN BREVE, Y MI GALARDÓN CONMIGO PARA RECOMPENSAR A CADA UNO CONFORME SEA SU OBRA” “EL QUE TESTIFICA DE ESTAS COSAS  DICE: SÍ VOY EN BREVE. ¡AMEN! ¡VEN, SEÑOR JESÚS!”  APOC. 22:12;20.

ELABORADO POR LA IGLESIA BIBLICA YAHWEH ES SALVACION
MERIDA, VENEZUELA

Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO

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