¿PORQUE UN CRISTIANO NO PUEDE ESTAR BAJO MALDICIÓN?
La Biblia nos enseña que los Cristianos no pueden ser afectados por las maldiciones. A continuación presentamos siete razones importantísimas que nos prueban esta verdad.
El Cristiano no puede estar bajo maldición porque...
1. El que está en Cristo es nueva criatura.
La Biblia es muy clara en que ‘si alguno está en Cristo, nueva criatura es’ (Romanos 5:1). Dios ha tomado el pasado de una persona y lo ha quitado de su cuenta. Es una nueva criatura, una nueva creación. Esto significa que es como un niño recién nacido. Cuando la Biblia habla de nuevo nacimiento, se esta refiriendo a la posición y condición del creyente frente a Dios. Este acto de regeneración le da entrada al individuo al reino de Dios por medio del lavamiento de sus pecados…
Tito 3
4 Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, 5 él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, 6 el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador. 7 Así lo hizo para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna.
El creyente cuando es salvo, es como un niño recién nacido, sin pecado alguno. Por medio de la regeneración ‘es lavado’ y ‘es renovado’ por medio del Espíritu Santo, el cual es derramado abundantemente sobre el o ella.
2. Está en paz con Dios.
El pecador está en guerra con Dios, pero cuando la persona viene a Cristo, entonces ésta tiene paz con Dios. Jesús dijo:
Juan 14
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho. 27 La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
¿Que es eso de que Cristo puede dar una paz la cual el mundo no puede dar? Esto significa que esta paz es "paz con Dios". Los creyentes tienen esa paz. Esto es importante en este tema porque estos maestros enseñan que la maldición llega a la persona de parte de Satanás, sin embargo, la Biblia dice que es Dios quien pone la persona bajo maldición como castigo por su iniquidad.
Romanos 5
1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:
Si el creyente está en paz con Dios, habiendo sido declarado ‘justo’; entonces no hay razón alguna para que Dios le ponga bajo maldición por su pecado.
Romanos 5
9 Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios!
Por cuanto el creyente está en paz con Dios y no en guerra ó rebelión contra él, no puede llevar las consecuencias por el pecado, ni temporales ni eternas, aun cuando de alguna forma ú otra peque. Esto nos lleva al próximo punto…
3. Está libre de ‘las consecuencias’ del pecado
Dios es un Dios que castiga el pecado. Cuando Cristo murió en la cruz, él pagó por nuestros pecados, Dios no simplemente olvidó el pecado sino que ‘el mismo’, en la persona de Cristo, castigó nuestros pecados.
Isaías 53
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su llaga fuimos nosotros curados.6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Cuando la Biblia habla de castigo por el pecado, este tiene un significado distinto al de la disciplina. La ‘disciplina’ viene con amor para corrección y restauración, pero la ira viene con odio para condenación y destrucción. El creyente del Nuevo Testamento está en una posición distinta al creyente bajo la Ley en el sentido que no tiene que cargar con las consecuencias negativas del pecado, (mas adelante veremos porque)…
Hebreos 12
5 Y estáis ya olvidados de la exhortación que como con hijos habla con vosotros, diciendo: Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, Ni desmayes cuando eres de él reprendido. 6 Porque el Señor al que ama castiga, Y azota á cualquiera que recibe por hijo. 7 Si sufrís el castigo, Dios se os presenta como á hijos; porque ¿qué hijo es aquel á quien el padre no castiga? 8 Mas si estáis fuera del castigo, del cual todos han sido hechos participantes, luego sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra parte, tuvimos por castigadores á los padres de nuestra carne, y los reverenciábamos, ¿por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquellos, á la verdad, por pocos días nos castigaban como á ellos les parecía, mas éste para lo que nos es provechoso, para que recibamos su santificación.
La maldición implica que la ira de Dios está sobre la persona, algo que es natural para el no creyente, el que NO ES hijo de Dios, pero el creyente ya no está bajo la ira de Dios…
Efesios 2:3
Entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás.
Nótese que Pablo usa el verbo en tiempo ‘pasado’ no presente. ‘Éramos hijos de ira’ ya no lo somos.
Efesios 5:6
Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
¡Los hijos de desobediencia son los pecadores, nunca los Cristianos!
Colosenses 3:6
Por las cuales cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de rebelión.
Los pecadores que están sin Cristo, y desobedecen al evangelio, están bajo ira de Dios y nosotros ‘éramos’ en tiempo pasado, hijos de ira, hijos de desobediencia, hijos de rebelión, etc.; pero ya no lo somos. Ahora somos ‘amados de Dios’.
Juan 3
18 El que en él cree, no es condenado; mas el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Así que el que cree, por la misma declaración de la Escritura "no está en condenación" lo cual es la consecuencia del pecado…
Salmos 32
1 BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus pecados.2 Bienaventurado el hombre á quien no imputa Jehová la iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay superchería.
Por eso somos bienaventurados porque tenemos paz con Dios y nuestro pecado ¡no se nos tiene en cuenta!
Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO
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