martes, 31 de mayo de 2011

Divorcio, nuevo matrimonio y adulterio P1


Un mensaje real y una respuesta bíblica. 

Realmente necesito algún aporte aquí. Si un hombre cristiano (yo) se divorcia de su esposa debido a incompatibilidad y negligencia (y varias otros sufrimientos mentales relacionados con un matrimonio que no puede o no quiere arreglarse ni siquiera con MUCHA oración), y tiene otra mujer significativa quien es también cristiana y divorciada debido a abuso y crueldad mental, ¿pueden (podemos) casarnos después de haber sido verdaderamente perdonados por Dios por divorciarnos de nuestros cónyuges? 

Hemos leído la Biblia y visto la prohibición del matrimonio de gente divorciada, pero conocemos tantas parejas cristianas que son divorciadas y vueltas a casar y tienen matrimonios buenos y sólidos y sirven bien al Señor.

Dijo usted que realmente necesitaba algún aporte. Como una persona que ha pasado miles de horas leyendo y estudiando la Biblia,  mi aporte es el siguiente:

(1) ¡Divorciarse por "incompatibilidad y negligencia" no es una razón legítima, según la Palabra de Dios! Por favor, note Mateo 5:32 (excepto donde se indica otra cosa, las citas bíblicas son de la Nueva Versión Internacional): 

"Pero yo les digo que, excepto en caso de infidelidad conyugal, todo el que se divorcia de su esposa, la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la divorciada comete adulterio también."

En su comentario, Adam Clarke escribió acerca de este pasaje:

"No parece que hubiera ningún otro caso en el que Jesús admita el divorcio."
Similarmente, la Escritura afirma:

"Les digo que, excepto en caso de infidelidad conyugal, el que se divorcia de su esposa, y se casa con otra, comete adulterio." (Mateo 19:9).

"Todo el que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la divorciada, comete adulterio." (Lucas 16:18).

"En eso, unos fariseos se le acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron: Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa? ¿Qué les mandó Moisés? replicó Jesús. Moisés permitió que un hombre le escribiera un certificado de divorcio y la despidiera contestaron ellos. 

Esa ley la escribió Moisés para ustedes por lo obstinados que son aclaró Jesús. Pero al principio de la creación Dios 'los hizo hombre y mujer.' 'Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo.' Así que ya no son dos, sino uno solo. 

Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Vueltos a casa, los discípulos le preguntaron a Jesús sobre este asunto. El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera respondió. Y si la mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, comete adulterio." (Marcos 10:2-12).

El Divorcio En El Tiempo De Jesús

Adam Clarke proporciona cierta información de trasfondo acerca de las varias opiniones sobre el divorcio en el tiempo de Jesús mientras comenta Mateo 19:9:

"La decisión de nuestro Señor debe de haber sido muy desagradable para estos hombres: la razón por la cual querían despedir a sus esposas era la de poder tomar otras que les gustaban más; pero nuestro Señor aquí declara que no podían volver a casarse mientras la persona divorciada estuviera viva, y que aquellos que se casaran en vida de la divorciada, eran adúlteros; y contra los tales se pronunciaban duros juicios en la ley de ellos. 

Y como la cuestión no estaba decidida por las escuelas de Shamai y de Hillel, como para basar en ella la práctica nacional, por tanto estaban obligados a seguir la declaración positiva de la ley, tal como era entendida popularmente, hasta que estas eminentes escuelas hubiesen probado que la palabra tenía otro significado. 

El gran asunto de disputa entre las dos escuelas, mencionado antes, era la palabra en Deuteronomio 24:1, 'Si un hombre se casa con una mujer, pero luego deja de quererla por haber encontrado en ella algo INDECOROSO' [palabra hebrea, eruath] - esto la escuela de Shamai sostenía que significaba prostitución o adulterio, pero la escuela de Hillel mantenía que significaba cualquier defecto corporal que dejase a la persona deformada, o cualquier mal temperamento que tornase incómoda la vida del marido. 

Un buen hombre podría soportar cualquiera de estos últimos; pero parece que Moisés permitió al marido ofendido que despidiese a la esposa por estos motivos meramente para salvarla de un trato cruel. En este discurso, nuestro Señor muestra que el matrimonio (excepto en un caso) es indisoluble, y debe ser así:

Primero, por institución divina, Mateo 19:4.

Segundo, por expreso mandamiento, Mateo 19:5.

Tercero, porque la pareja casada se tornan una misma persona, Mateo 19:6.

Cuarto, por el ejemplo de la primera pareja, Mateo 19:8; y

Quinto, por el mal consecuente con la separación, Mateo 19:9. La importancia de este asunto vindicará o excusará, espero, la extensión de estas notas."

Las Escrituras mencionadas antes acerca del divorcio y nuevo matrimonio fueron dadas por el Señor Jesús. ¡Claramente, Él afirmó que la infidelidad matrimonial (inmoralidad sexual) es la única causa para un divorcio! 

De aquí que si uno se divorcia de su esposa por cualquier otra razón aparte de la inmoralidad sexual, sin importar cuál sea esa razón, es acusado por estos versículos! ¡Si tal persona se "casase" entonces con otra, no solamente estaría cometiendo adulterio, sino que la persona a la que "desposa" estaría igualmente cometiendo adulterio! Todas las personas solteras necesitan conocer estos hechos antes de que consideren desposar a alguien que puede ya no ser elegido de nuevo para el matrimonio, o sea una persona divorciada

Cuando consideramos pasajes como 1 Corintios 6:9,10 y Apocalipsis 21:8 solamente podemos concluir que un matrimonio adúltero, como se lo refiere en Mateo 5:32 y 19:9, resultará en que ambos contrayentes sean arrojados al lago de fuego, esto es, a menos que aquello cese y hallen perdón por su adulterio.

La Parte Inocente
Por otro lado, Lucas 16:18 parece enseñar que hasta la parte inocente de un divorcio no escritural, que vuelve a casarse, se torna culpable de adulterio:

"Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera." (Reina-Valera 1960).

El Apóstol Pablo dio estas instrucciones acerca del nuevo casamiento a los cristianos de su tiempo:

"A los casados les doy la siguiente orden (no yo sino el Señor): que la mujer no se separe de su esposo. Sin embargo, si se separa, que no se vuelva a casar; de lo contrario, que se reconcilie con su esposo. Así mismo, que el hombre no se divorcie de su esposa. Pero al resto les digo yo (no es mandamiento del Señor): Si algún hermano tiene una esposa que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, que no se divorcie de ella. Y si una mujer tiene un esposo que no es creyente, y él consiente en vivir con ella, que no se divorcie de él. Porque el esposo no creyente ha sido santificado por la unión con su esposa, y la esposa no creyente ha sido santificada por la unión con su esposo creyente. Si así no fuera, los hijos serían impuros, mientras que, de hecho, son santos. Sin embargo, si el cónyuge no creyente decide separarse, no se lo impidan. En tales circunstancias, el cónyuge creyente queda sin obligación; Dios nos ha llamado a vivir en paz." (1 Corintios 7:10-15).

La palabra griega traducida "separarse" en los versículos 10, 11 y 15 es también hallada en Mateo 19:6 y Marcos 10:9 con respecto al divorcio:

"Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre."

"Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre."

Pero por otra parte, la misma palabra griega no necesariamente se refiere al divorcio:

"Después de esto, Pablo se marchó de Atenas y se fue a Corinto." (Hechos 18:1).

"Tal vez por eso Onésimo se alejó de ti por algún tiempo, para que ahora lo recibas para siempre." (Filemón 15).



Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO

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