LA INIQUIDAD
Ahora veremos un elemento que es de suma importancia para esta enseñanza. La clave principal de esta doctrina se encuentra centrada en esta palabra, ‘iniquidad’. Según ellos, esta palabra es una referencia a pecados graves y enraizados que ‘atan’ a las personas aun después de convertidas al evangelio. Estas iniquidades son identificadas como ataduras heredadas de los antepasados. Los cristianos, aún después de convertidos, pueden continuar ‘atados’ a estas iniquidades heredadas y no pueden salir de ellas ‘hasta que sean rotas todas las ataduras’.
Métodos de Limpieza
Existen varias maneras en las que las personas pueden recurrir para limpiarse de tales ataduras ancestrales. La primera es ‘descubrir y quebrantar’, otra es ‘confesar y perdonar’ y finalmente existe el exorcismo o ‘la expulsión de demonios’ y espíritus inmundos heredados.
Descubrir y quebrantar: El principal método de limpieza en contra de las ‘maldiciones generacionales’ es la de ‘descubrir y quebrantar’ por medio de la repetición de oraciones prescritas y diseñadas para tal propósito. Así que primero hay que descubrir la realidad de las maldiciones generacionales. Para que la diagnosis sea descubierta, la persona debe de acudir a alguien que tenga un ministerio de liberación, ya sea en persona o por medio de libros o escritos.
Así, entonces se determina si la persona es victima de maldiciones generacionales. Por supuesto que la mayoría de las personas van a tener algún caso donde las cosas no le han ido bien financieramente. Algún familiar en vicios de drogas o alcohol, alguna enfermedad grave en su familia como diabetes, cáncer, etc. Algún pecado que saben que deben dejar, algún antepasado que no era creyente, etc. Pero ese es el método de descubrir, y luego de descubierta la maldición, entonces se debe proceder a ser liberados.
A menudo las personas deben ser liberadas de la maldición antes de que puedan arrepentirse, pues en muchas ocasiones, el arrepentimiento es imposible porque la maldición no ha ido quebranta. Por ejemplo, el siguiente caso es citado donde una joven quería convertirse pero no podía porque estaba bajo control de espíritus inmundos por la maldición de sus antepasados. No fue hasta que la persona confesó los pecados de sus abuelos que pudo recibir salvación.
"Yo le dije a Maria que era tiempo de que renunciara a lo que su familia había hecho y a los espíritus asignados como resultado… Inmediatamente Maria bajo su cabeza y comenzó a orar en voz alta. Ella pidió perdón por su familia estar envuelta con el hombre de los pollos. Ella oró por liberación del mal. Luego pausó. “¡Él lo hizo!" Gritó ella, lagrimas de gozo bajaban por sus mejillas. ¡"El me salvo! Él está en mi corazón." Nosotros también celebramos su victoria".
Esta historia es interesante, pero ¿qué sucedería si la persona fue adoptada y no sabe de su familia natural?, ¿Que de aquellos que no saben nada de lo que su familia pasada hizo? ¿Entonces que hemos de hacer?. Además, no existe base bíblica este tipo de manejo en el evangelismo. No es sabio confiar en experiencias seculares que aparentan dar buenos resultados. La Biblia declara que el evangelio predicado, "es poder de Dios para salvación a todo el que cree" (Romanos 1:16).
Así que luego de haber descubierto que en realidad existen tales maldiciones sobre la persona, se debe de proceder a repetir oraciones de la siguiente manera para quebrantar la maldición:
"Yo cancelo toda obra demoníaca que halla sido pasada a mí de mis ancestros… Yo renuncio toda asignación satánica que sea dirigida a mi y mi ministerio, y yo cancelo toda maldición que Satanás y sus obreros hallan puesto sobre mi… Yo rechazo todos los otros sacrificios de sangre donde Satanás halla reclamado propiedad de mi"
Como se puede dar cuenta, la oración incluye proclamación sobre los espíritus demoníacos pues ellos enseñan que la manera en que la maldición pasa de generación a generación es por medio de espíritus inmundos.
Confesión y Perdón: Otro método es el de sanar las memorias. Por medio de este método se busca ‘revivir’ todas las experiencias pasadas que nos causan resentimiento y perdonar a aquellos que causaron el mal. Estas memorias suelen, según ellos, traer maldición por medio del rencor y la amargura; también se dice que los demonios pueden entrar en la persona que no perdona.
Expulsión de Demonios: Algunos casos van hasta el punto donde la persona debe ser liberada por medio la expulsión de demonios de la persona, también conocido como ‘exorcismo’ ó ‘guerra espiritual’. Estos demonios han llegado a la persona como ‘heredad’ por el pecado de sus antepasados. Según esta teoría detrás de cada pecado existe un demonio que lo causa. Cuando la persona practica un pecado, el demonio pertinente a este pecado posee al individuo y es pasado a sus descendientes naturales.
¿CRISTIANOS BAJO MALDICIÓN?
Después de haber presentado lo que esta teoría enseña, pasaremos a exponer las razones por las cuales esta debe ser rechazada y condenada por los cristianos. El estudio Bíblico nos lleva a la conclusión de que es imposible para un cristiano estar bajo maldición. Por supuesto, esto es algo que es fácil de entender para aquellos que escudriñan la Biblia y la aceptan, pero otros que han sido indoctrinados en estas doctrinas falsas se les hace muy difícil de creer, especialmente cuando sus sentimientos, emociones y ‘experiencias’ les dicen que todo esto es verdad.
¿Qué es maldición?
En primer lugar debemos de notar que la palabra ‘maldición’ no está en el ‘texto clave’ utilizado. La maldición es entonces ‘asumida’.
La palabra maldición de la manera que es usada en la Biblia tiene que ver la invocación de condenación y mal sobre alguien con el fin de traer consecuencias negativas. El primero en declarar maldición sobre un ser humano fue Dios quien también maldijo la tierra y a Satanás. Dios es el que origina la maldición ó consecuencias negativas como "castigo" por el pecado.
En la ley Dios estableció una larga lista de Maldiciones (Consecuencias Negativas) por causa del pecado. Estas consecuencias negativas son de carácter tanto temporales como eternos. El hombre está bajo maldición por causa del pecado y como consecuencia su fin es ser destruido en el infierno.
¿Que es iniquidad?
Iniquidad es una palabra que Dios usa para referirse a la ‘trasgresión a su ley’. En el contexto utilizado parece que tiene que ver con la idolatría. Pero este no es el único término que se usa en la Biblia para ese pecado sino que también se usan términos como maldad, pecado, transgresión, prevaricación, etc.
¿Qué significa "visitar la iniquidad?”
La Biblia dice:
Éxodo 20:5
5 No te inclinarás á ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, á los que me aborrecen,
Éxodo 34:7
7 Que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo justificará al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, sobre los terceros, y sobre los cuartos.
Los proponentes y maestros de esta teoría nos hacen pensar que la frase "que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos" de alguna manera significa que la iniquidad (los pecados) de los padres ‘es heredada por’ ó ‘transferida a’ los hijos, pero esta interpretación está muy lejos de la verdad pues no hay razón alguna en el contexto para entretener tal idea. Pero por supuesto, la Biblia ‘una vez torcida’ puede significar lo que cualquiera desee. Así que tenemos tres errores son detectados casi de entrada:
1. Añaden al texto la palabra "maldición"
2. Confunden el ‘efecto’ con la ‘causa’
3. Cambian a Dios por Satanás
Estos errores los veremos en detalle a continuación:
El primer error que cometen estos maestros es el de añadir la palabra ‘maldición’ al texto bíblico. Es claro en otros textos que Dios declara que la maldición de la ley llegará a aquellos que quebrantan la ley, pero esta maldición no es especifica solo al pecado especifico de la iniquidad sino a ‘toda’ la desobediencia a la ley y según el texto es aplicable solo al que rompe la ley, no dice que es hereditaria:
Deuteronomio 27
14 Y hablarán los Levitas, y dirán á todo varón de Israel en alta voz: 15 Maldito el hombre que hiciere escultura ó imagen de fundición, abominación á Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.16 Maldito el que deshonrare á su padre ó á su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.17 Maldito el que redujere el término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.19 Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.20 Maldito el que se echare con la mujer de su padre; por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.21 Maldito el que tuviere parte con cualquiera bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.22 Maldito el que se echare con su hermana, hija de su padre, ó hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.23 Maldito el que se echare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.24 Maldito el que hiriere á su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.25 Maldito el que recibiere don para herir de muerte al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.
El segundo error que cometen estos maestros es el de confundir la ‘maldición’ con la ‘iniquidad’ ó el ‘pecado’. A veces se refieren a la ‘maldición’ como la misma iniquidad ó pecado y otras veces se refieren a la maldición como ‘el resultado’ del pecado. Es decir, se hace referencia a los términos confundiéndolos uno con otro como si fueran la misma cosa. A menudo se hace referencia al acto de pecado como si fuera la maldición misma y viceversa.
He aquí esta clara confusión en el testimonio de alguien que dice haber estado bajo influencia de tales maldiciones:
Muchos de nuestros problemas de pecado se remontan a los días de nuestra niñez, sin embargo, una gran parte de nuestros problemas de pecado son actualmente heredados de nuestros padres a través de un fenómeno conocido como ‘maldiciones generacionales’. Mi propia familia sufre de la maldición generacional de la pobreza hasta el punto que, aun a pesar de la aparente prosperidad de mis padres, ellos todavía se quejan de nunca tener suficiente dinero para pagar sus cuentas –¡ tales maldiciones se remontan hasta mis abuelos! Esto es, de hecho, la razón porque la pobreza fue un gran problema para mí durante el Segundo Viento. Las maldiciones generacionales pueden ciertamente llevar al desarrollo de pecados profundamente enraizados en nuestras vidas, y la liberación milagrosa de las maldiciones generacionales son la clave para el arrepentimiento y la liberación de ciertos pecados. Yo sé que he ciertamente recibido liberación de la maldición generacional de la pobreza a través del Segundo Viento de la Bendición de Toronto. Liberación de las maldiciones generacionales a menudo puede envolver el perdón de nuestros abuelos y tatarabuelos, y podemos ser llevados a arrepentirnos en el lugar de nuestros antepasados para así romper la maldición. Mayormente, las raíces de nuestras maldiciones generacionales son reveladas a nosotros por medio de la revelación directa del Espíritu Santo – ciertamente aun más desde que abrazamos la Bendición de Toronto. [énfasis añadido]
Este error es muy peligroso porque puede llevar a la persona a concluir que en realidad el pecado que comete no es ‘su pecado’ sino el pecado que ha heredado de sus antepasados. Tal cosa es hacer a Dios mentiroso. La raza humana está en condenación a consecuencia del pecado de Adán, pero cada persona tendrá que dar cuenta a Dios por su pecado, no el de sus padres.
1 Juan 1
10 Si dijéremos que no hemos pecado, lo hacemos á él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
‘Visitar la iniquidad’ no significa que el pecado sería transferido de generación en generación sino que ‘el castigo ó consecuencia por el pecado’, sería transferido de generación a generación PERO existe una condición y sigue diciendo "…de aquellos que me odian."(Éxodo 20:5.) Es decir de los que continuaban apartados de Dios. Cuando alguien se apartaba del pecado y no seguía los pasos de sus antepasados, entonces la bendición de Dios estaba disponible, "…hasta mil generaciones" (Éxodo 20:6), queriendo indicar, eternamente, mientras se obedecía a Dios.
Hace falta aclarar en este punto que la conducta 'externa' de los padres tiene influencia sobre los hijos, por eso la Biblia nos ordena "instruye al niño en su camino y cuando sea viejo no se apartará de él" (Proverbios 22:6; Efesios 6:4). Sin duda, el ejemplo de los padres, ya sea bueno o malo de afecta los hijos; pero eso está muy lejos de decir que los pecados y demonios son heredados o traspasados por vía genética y/ o reproductiva.
El tercer error tiene que ver con cambiar a Dios por Satanás. Por eso le enseñan a sus seguidores a orar así:
"Yo cancelo toda maldición que Satanás y sus obreros hallan puesto sobre mi…". Atribuyen la obra de maldición al diablo cuando la Biblia claramente dice que es Dios mismo quien pone el castigo:
"…porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, á los que me aborrecen…"
Claramente: ¡No es Satanás quien está en control y quien maldice y castiga la iniquidad, es Dios mismo quien lo hace! Aun si Satanás quisiera maldecir a los hijos de Dios, no puede hacerlo si Dios mismo no los maldice primero. Eso es exactamente lo que pasa, es Dios quien está en control aun de las acciones de los enemigos de sus hijos. En el caso de Barac cuando pedía a Balaam que maldijera el pueblo de Dios, este, por tres veces, en vez de maldición pronunciaba bendición…
Números 22
12 Entonces dijo Dios á Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo; porque es bendito.
Números 23
8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado? 9 Porque de la cumbre de las peñas lo veré, Y desde los collados lo miraré: He aquí un pueblo que habitará confiado, Y no será contado entre las gentes. 10 ¿Quién contará el polvo de Jacob, O el número de la cuarta parte de Israel? Muera mi persona de la muerte de los rectos, Y mi postrimería sea como la suya. 11 Entonces Balac dijo á Balaam: ¿Qué me has hecho? hete tomado para que maldigas á mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones. 12 Y él respondió, y dijo: ¿No observaré yo lo que Jehová pusiere en mi boca para decirlo?
Deuteronomio 23
5 Mas no quiso Jehová tu Dios oír á Balaam; y Jehová tu Dios te volvió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.
Tal como en el caso de Barac y Balaam (lea Números 23); Cuando alguien trata de poner alguna maldición sobre los hijos de Dios, esta maldición es convertida en bendición por Dios, porque Él cuida de sus hijos y nadie les puede hacer daño pues él nos ha dado poder sobre el enemigo. Así que la idea de que tenemos que estar ‘preocupados; por los que nos maldicen y romper tales maldiciones es tonta siendo que es Dios mismo quien cuida, protege y defiende a sus hijos.
Lucas 10
18 --Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo --respondió él--. 19 Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño.
El desconocimiento y la confusión, no son solo en el ámbito de los seguidores, sino que los mismos líderes de estos grupos despliegan gran ignorancia cuando hablan sobre el tema.
Muestran gran falta de educación y propia hermenéutica ó principios básicos de interpretación bíblica al aplicar versos dirigidos a una situación particular del Antiguo Testamento a los Cristianos que viven bajo el Nuevo Testamento sin hacer una aplicación propia de los versos pertinentes en el Nuevo Pacto.
Tales declaraciones nos dejan ver claramente que estas personas, ya sea intencional o ignorantemente, no le dicen al oyente todo el consejo de la Palabra respecto al tema de las maldiciones y los castigos generacionales.
Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO en colaboracion con Ministerios Vida Eterna
No hay comentarios:
Publicar un comentario