domingo, 19 de febrero de 2012

OBJECIONES Y OBSERVACIONES A LA DOCTRINA DE LA TOTAL DEPRAVACION DEL HOMBRE

ANALISIS OBJETIVO A LA TEOLOGÍA REFORMADA CALVINISTA (PARTE III) DEPRAVACIÓN DEL HOMBRE

de Samuel Duarte Bautista, el miércoles, 5 de mayo de 2010 a la(s) 0:32 ·
EL PELIGRO DE ENSEÑAR QUE LA REGENERACIÓN ES ANTES QUE LA FE

La doctrina de la total depravación del hombre ha sido distorsionada por los Calvinistas extremos, lo cual ha resultado en un entendimiento equivocado de la incapacidad del hombre. El carcelero Filipense preguntó en una oportunidad, ¿QUÉ DEBO HACER PARA SER SALVO? (Hechos 16:30-31 y comparar Hechos 2:37-38). Algunos Calvinistas extremos, si hubiesen estado en el lugar de Pablo, habrían respondido como sigue: ¿Qué tienes que hacer para ser salvo? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! ¡Tú estás espiritualmente MUERTO y eres totalmente incapaz de responder a Dios hasta que seas regenerado!

Los Calvinistas extremos enseñan que la regeneración tiene que preceder a la fe y que una persona tiene que nacer de nuevo antes de que pueda creer. Y ¿Cómo es esto? ¿es posible?, vemos claramente PELIGRO!!!. Ellos dirían que una persona tiene que tener vida eterna antes de que pueda creer, porque una persona que está muerta en pecados es incapaz de creer. Ellos enseñan la fe sin regeneración es imposible. Tal enseñanza les parece lógica y razonable basados en el sistema teológico que han adoptado. Pero, “¿QUÉ DICEN LAS ESCRITURAS?

La Biblia enseña claramente lo siguiente: ¡CREE Y SERÁS SALVO! “De cierto, de cierto os digo: El que cree en Mí, tiene vida eterna” (Juan 6:47). “Para que todo aquel que en ÉL cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:15). El Calvinista extremo dice, “¡VIVE Y CREERÁS!” Ruego notar que Juan 1:12 no dice esto: “Pero a todos los que han sido regenerados, a ellos les dio poder para creer en Su Nombre, y ser hechos hijos de Dios.” Note también que Juan 20:31 dice, “para que creyendo, tengáis vida en Su Nombre”. No dice, “para que teniendo vida, podáis creer”. En su condición desvalida y sin esperanza, al pecador se le dice que MIRE al Señor Jesucristo Y VIVA (Juan 3:14-16). (Cantamos el himno “mira a Cristo y vivirás”. El Calvinista extremo debería cambiar las palabras a “VIVE Y MIRA”). Y así como este himno, hay muchos mas que ellos cantan sin darse cuenta de lo que cantan, Creo que deberían revisar el himnario.

Asumamos por un momento que lo que dice el Calvinista extremo es verdad. Si la regeneración precede a la fe, entonces ¿que tiene que hacer el pecador para ser regenerado? El Calvinista extremo nunca ha respondido satisfactoriamente a esto. La respuesta de Shedd es típica: Puesto que el pecador no puede creer, él es instruido a cumplir con los siguientes deberes: (1) Leer y escuchar la Palabra divina. (2) Aplicar seriamente la mente a la verdad. (3) Orar por el don del Espíritu Santo para convicción y regeneración. (W.G.T. Shedd, Dogmatic Theology).

La respuesta de Roy Aldrich a ésto es incisiva: “Una doctrina de total depravación que excluye la posibilidad de la fe también tiene que excluir la posibilidad de “oír la palabra”, “dedicarse seriamente a la verdad divina” y “orar por el Espíritu Santo para convicción y regeneración”.

LA TRAGEDIA DE ESTA POSICIÓN ES QUE PERVIERTE EL EVANGELIO. Al pecador se le dice que la condición para ser salvo es la oración en vez de la fe. Cuán contrario es esto a Hechos 16:31. Al pecador no se le dice que ore por convicción y regeneración. Al pecador se le dice que crea en el Señor Jesucristo. ¿Es posible esto? PELIGRO !!!!!!

Algunos hombres reformados, incluso R.C. Sproul, hasta enseñan que una persona puede ser regenerada cuando niño y luego no llegar a la fe en Cristo hasta años más tarde.

La regeneración es el acto soberano de Dios por medio del cual imparte Su Misma vida y Su Misma naturaleza la pecador creyente (Juan 1:12-13; Tito 3:5). El primer nacimiento del hombre es natural; su segundo nacimiento es espiritual y es sobrenatural. Su primer nacimiento lo hace miembro de una raza caída; su segundo nacimiento lo hace miembro de una raza redimida. Su primer nacimiento le da una naturaleza corrupta (Efesios 2:3); su segundo nacimiento lo hace participante de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4). En el momento en que una persona nace de nuevo, recibe una nueva vida (Juan 6:47; 1 Juan 5:12) y una nueva posición como un hijo de Dios (Juan 1:12; 1 Juan 3:1-2). Resumiendo, es una nueva criatura en Cristo (2 Corintios 5:17).

Es imposible ser salvo y no ser regenerado. Es imposible ser regenerado y no ser salvo. Toda persona nacida de nuevo es salva. Es un absurdo bíblico sugerir que una persona es salva y regenerada y que en un tiempo posterior llega a ser un creyente en Cristo. La fe y la regeneración tienen lugar simultáneamente. Ambos suceden en el mismo instante de tiempo. Una es la respuesta de un hombre pecador perdido al evangelio; lo otro es la obra sobrenatural de Dios.

Hoy hay aquellos de convicción Reformada que enseñan que la regeneración precede a la fe. Dicen que una persona tiene que nacer de nuevo antes de creer. Dicen que una persona tiene que tener la VIDA de Dios antes de que pueda creer en Cristo. Lo podemos explicar de esta manera: “El calvinista dice que la vida tiene que preceder la fe, y que es por lógica la causa de la fe. La fe no generó el nuevo nacimiento, el nuevo nacimiento generó la fe”.

¿Por qué esos hombres enseñan esto? “Los calvinistas extremos ponen el nuevo nacimiento antes de la fe, puesto que creen que seres humanos, espiritualmente muertos, no pueden ejercer fe y, por lo tanto, necesitan nacer de nuevo antes de poder creer” La doctrina de la total depravación del hombre ha sido llevada al extremo por algunos calvinistas, resultando en un entendimiento equivocado de la incapacidad del hombre. Ellos creen que el pecador está muerto en pecado, que es como un cadáver, totalmente incapaz de hacer cosa alguna. Ellos creen que primero tiene que ser regenerado y que tiene que tener vida y que solo entonces podrá creer el evangelio. Pero las Escrituras enseñan que primero tiene que creer para luego poder tener vida (Juan 20:31).

El argumento calvinista común es este: “Se dice que el pecador depravado está MUERTO (Efesios 2:1). Puesto que está muerto, es imposible que él crea. Un cuerpo muerto nada puede hacer”. Pero en Efesios 2:1, Pablo está hablando de muerte espiritual y comparar muerte espiritual con muerte física es problemático. Una persona que está muerta físicamente no puede hablar, no puede respirar, no puede reír, no puede caminar, etc. Pero una persona espiritualmente muerta puede hacer todas estas cosas. ES ERRÓNEO DECIR QUE UNA PERSONA ESPIRITUALMENTE MUERTA NO PUEDE HACER NADA. Aún el calvinista tendría que admitir que puede rechazar a Jesucristo, que puede orar, que puede leer la Biblia, que puede pecar y que hasta puede hacer buenas obras en un vano esfuerzo por ganar su salvación. Tiene la habilidad de hacer todas estas cosas.

¿En qué consiste la incapacidad del pecador corrupto? El no puede porque no quiere. Un ejemplo de esto se encuentra en Génesis 37:4 – los hermanos de José “no podían hablarle pacíficamente”. No eran capaces de hablarle pacíficamente. ¿En qué consistía su incapacidad? ¿Algo o alguien mantenía sus bocas cerradas para que no pudiesen hablar? ¿Fueron llevados a cientos de millas de distancia de José, de modo que les era imposible hablarle? No, ellos no podían porque no querían. Ellos no querían hablarle de esa manera por causa de la depravación de sus corazones pecaminosos y envidiosos. ¿Por qué no pueden creer los hombres? ¿Por qué los hombres no vienen a Cristo? “Y no queréis venir a Mí para que tengáis vida” (Juan 5:40). O, literalmente, “No estáis dispuestos a venir a Mí para que tengáis vida” Su incapacidad de venir a Cristo se debía a su rechazo de venir a ÉL para tener vida, [Nota importante: si el calvinista extremo fuese consistente con su creencia, tendría que volver a escribir Juan 5:40 de esta manera: “Y no tendréis vida para que podáis venir a Mí”. Esto es porque el calvinista enseña que un pecador muerto no puede venir a Cristo o creer en ÉL a menos que primero tenga vida].

Estamos de acuerdo en que nadie puede creer en Cristo sin la gran y bondadosa obra que Dios realiza en el corazón, que incluye capacitación e iluminación (Juan 6:44,65; Mateo 11:27; 16:16-17; Hechos 16:14). Es interesante que Dios a veces mande a una persona hacer algo que es totalmente incapaz de hacer por sí misma. Un ejemplo es el hombre de la mano seca (Marcos 3:1-5). Cristo le dio la orden, “Extiende tu mano”. ¿Cómo podría hacer ésto si sufría de parálisis? Cristo mandó, el hombre obedeció y Dios capacitó. Cristo lo capacitó para hacer lo imposible. De igual manera, al pecador se le ordena creer en Cristo. Si el pecador falla en obedecer este mandato, entonces es culpable de desobedecer el evangelio (2 Tesalonicenses 1:8). Nunca podrá usar esta excusa: “Señor, la razón por la cual no creí en Cristo es porque yo era totalmente corrupto y era incapaz de creer”. No, si Dios ordena, el hombre es responsable de obedecer. “Pero ahora, Dios manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30).

¿La regeneración precede a la fe? En realidad, ambas cosas suceden al mismo tiempo. En el momento en que una persona cree en el Señor Jesucristo, él es regenerado (nacido de nuevo). En el momento en que recibe a Cristo por fe, también recibe el don de Dios de la vida eterna. Todo esto sucede en un instante. Pero por lógica, cuando pensamos en esta gran transacción, tenemos que ponerle algún orden. ¿Indica la Biblia que una persona tiene que ser regenerada para que pueda creer o enseña la Biblia que una persona tiene que creer para ser regenerada? ¿Necesitamos vida para poder creer o necesitamos creer para tener vida?

La Biblia enseña claramente esto: cree y vivirás. “De cierto, de cierto os digo: el que cree en Mí, tiene vida eterna” (Juan 6:47). “Para que todo aquel que en ÉL cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:15). El calvinista extremo dice, “vive y creerás”. Ruego notar nuevamente que no es ésto lo que dice Juan 1:12: “pero a todos los que fueron regenerados, les dio poder de creer en Su nombre, dándoles potestad de ser hechos hijos de Dios”. Note también que Juan 20:31 dice, “creyendo tengáis vida”. No dice, “teniendo vida, podáis creer”. En su condición perdida y sin esperanza, al pecador se le dice que MIRE al Señor Jesucristo Y VIVA (Juan 3:14-16; Números 21). El calvinista extremo dice que una persona tiene que tener vida para creer. El Señor Jesús enseñó que una persona tiene que creer (venir a Cristo) para tener vida (Juan 5:40). Recuerde, “venir a Cristo” es sinónimo de “creer en ÉL” (ver Juan 6:35, 37, 40). ¿Por qué la gente no cree en Cristo? ¿Es porque no han sido regenerados o porque se niegan a venir a Cristo por fe (Juan 5:40; 2 Ts.2:10, 12)?

R.C. Sproul cree que la regeneración precede a la fe. Pero a pesar de su doctrina, una vez escribió lo siguiente: “Cuando Lutero captó la enseñanza de Pablo en Romanos, él nació de nuevo” (R.C.Sproul, La Santidad de Dios). Tiene que haber escrito estas palabras de prisa, porque para ser consistente con su teología, él debió haberlo dicho de esta manera: “Cuando Lutero fue regenerado, él captó la enseñanza de Pablo en Romanos”.

Si la regeneración precede a la fe, esto haría la fe innecesaria, puesto que la persona ya sería salva. Si una persona ha sido regenerada, entonces ha nacido de Dios, es miembro de la familia de Dios y es poseedor de la vida eterna. Si tú eres un miembro de la familia de Dios y eres poseedor de la vida eterna, entonces ya eres salvo. Entonces, ¿qué necesidad hay de tener fe?

Charles Spurgeon reconoció la insensatez de decir que el pecador tiene que ser regenerado antes de pueda creer:

Si he de predicar la fe en Cristo a un hombre que ha sido regenerado, entonces el hombre, habiendo sido ya regenerado, ya es salvo y es innecesario y ridículo predicarle a Cristo y pedirle que crea para ser salvo, si ya es salvo, puesto que ya ha sido regenerado. ¿He de predicar la fe solamente a los que ya la tienen? Es absurdo, en verdad. ¿No sería esto como esperar que el hombre se sane para luego llevarle la medicina? Esto es predicar a Cristo a los justos y no a los pecadores.” Cita: [Sermón titulado The Warrants of Faith].

En cuanto a que la regeneración precede a la fe, algunos calvinistas llevan esto a extremos ridículos. Aunque parezca increíble, ellos realmente enseñan que una persona puede haber sido regenerada por Dios y no llegar a tener fe en Cristo sino hasta años más tarde.

The Reformation Study Bible (llamada anteriormente The Geneva Study Bible) afirma ser una clara exposición de la teología Reformada. En la página 1664 hay un artículo sobre la Regeneración. Es una acotación chocante en cuanto a la salvación de infantes: Los infantes pueden nacer de nuevo, aunque la fe que ellos ejerciten no pueda ser tan visible como la de los adultos”. Un pastor conocido escribió a R.C. Sproul (el editor general) para pedir una aclaración a esta acotación. Dicho pastor recibió una respuesta escrita de su asistente, V.A.Voorhis, en la cual hace la siguiente afirmación, que es aún más chocante:

Cuando la RSB habla en sus notas en Juan 3 de “infantes nacidos de nuevo”, está hablando de la obra de avivamiento que Dios hace en los que inclinan su voluntad hacia ÉL. En el Protestantismo, la regeneración siempre precede a la fe y si Dios los aviva, la persona ciertamente vendrá… A menudo, la regeneración y la subsecuente fe parecen suceder simultáneamente, pero por lógica, la regeneración tiene que preceder a la fe. La fe de un infante puede no venir hasta años después que Dios ha obrado por Su Santo Espíritu para regenerarlo (énfasis nuestro). Dos ejemplos bíblicos de infantes que fueron nacidos de nuevo se ven en el Salmo 22:2-10 y Lucas 1:15.

De acuerdo con esta enseñanza un niño puede haber nacido de nuevo o haber sido regenerado como un infante y no venir a tener fe en Cristo hasta años más tarde. Esto puede o no puede haber sido la enseñanza de los Reformadores, pero ciertamente NO es la enseñanza de la Palabra de Dios. En conclusión, esta doctrina queda DERRIBADA al igual que la anterior por no ser bíblica. Srs Calvinistas esto es muy serio, reflexionen.

Esperen la próxima Entrega….

La gracia sea con Ustedes.-

Samuel Duarte Bautista
Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO

OBJECIONES Y OBSERVACIONES A LA DOCTRINA EXPIACION LIMITADA

de Samuel Duarte Bautista, el Lunes, 3 de mayo de 2010 a la(s) 23:05 ·
EL PELIGRO DE ENSEÑAR QUE CRISTO MURIÓ SÓLO POR LOS ELEGIDOS


LA FAMOSA EXPIACIÓN LIMITADA:

Esto se conoce comúnmente como la creencia en una “expiación limitada” (algunos hombres Reformados prefieren llamarla “expiación determinada”). Es la enseñanza excluyente de que Cristo murió en la cruz y pagó la pena solamente por los pecados de los elegidos. EL no murió por aquellos que finalmente terminarán en el lago de fuego. Muchas veces se formula como sigue: “Cristo murió por todos los hombres SIN DISTINCIÓN, pero ÉL no murió por todos los hombres SIN EXCEPCIÓN”. Este es un sutil juego de semántica que les posibilita decir que ÉL murió por todos, sin querer decir realmente que ÉL murió por todos. Lo que ellos quieren decir en realidad es que Cristo murió por toda clase de gente y por gente de toda condición, pero que ÉL no murió por cada individuo en particular. Es decir, ÉL murió por judíos y gentiles, ricos y pobres, esclavos y libres, hombres y mujeres, etc., pero se entiende que ÉL murió solo por los judíos y gentiles elegidos, sólo por los ricos y pobres elegidos, etc.

Después de un estudio minucioso hemos resumido en forma clara y simple la enseñanza de las Escrituras sobre esta materia. ¿POR QUIÉN MURIÓ CRISTO?

ÉL MURIÓ:

1. Por todos (1 Ti.2:6; Isaías 53:6)
2. Por cada hombre (He.2:9)
3. Por el mundo (Juan 3:16)
4. Por los pecados de todo el mundo (1 Juan 2:2)
5. Por los impíos (Rom.5:6)
6. Por falsos maestros (2 Pedro 2:1)
7. Por muchos (Mateo 20:28)
8. Por Israel (Juan 11:50-51)
9. Por la Iglesia (Efesios 5:25)
10. Por “mí” (Gálatas 2:20).

Es evidente que el Calvinista extremo tiene que ignorar el lenguaje claro y el sentido obvio de muchos pasajes y que tiene que forzar las Escrituras y adaptarlas a su modelo teológico. La expiación limitada puede parecer lógica y razonable, pero la verdadera prueba es ésta: ¿ES BÍBLICA? “¿Qué dicen las Escrituras?” (Rom. 4:3). Con una fe sencilla, como la de un niño, debemos dejar que la Biblia diga simplemente lo que dice.

Los que promueven esta doctrina errónea tratan de decirnos que “mundo” realmente no significa “mundo” y que “todos” realmente no significa “todos” y que “todo hombre” realmente no significa “todo hombre” y que “todo el mundo” realmente no significa “todo el mundo”. Se nos dice que versículos tan sencillos como Juan 3:16 e Isaías 53:6 no deben entenderse como los entendería un niño, sino como los entendería UN TEÓLOGO. Es decir, debemos reinterpretar esos versículos a la luz de nuestro sistema teológico.¿Qué es eso?.

La verdadera doctrina de la expiación podría expresarse como sigue:

Las Escrituras enseñan que el sacrificio del Cordero de Dios involucró el pecado del mundo (Juan 1:29) y que la obra de redención del Salvador (1 Ti.2:6; 2 Pedro 2:1), de reconciliación (2 Co.5:19) y de propiciación (1 Juan 2:2), fue por todos los hombres (1 Ti. 4:10), pero que la obra de la cruz de Cristo es eficaz y válida y aplicable solamente para quienes creen (1 Ti.4:10; Juan 3:16). Podríamos decirlo de una manera aún más sencilla: “La muerte de Cristo fue SUFICIENTE PARA TODOS pero es EFICIENTE solo para quienes creen”, la condición “CREER” es la clave. La obra de la cruz de Cristo no es limitada, pero la aplicación de esa obra por la operación del Espíritu Santo está limitada sólo para los creyentes.

El Calvinista extremo diría que la cruz fue designada sólo para los elegidos y que no tenía propósito para los “no-elegidos” (los incrédulos persistentes). Pero la muerte del Hijo de Dios tenía una intención y un propósito divino para ambos grupos. Para los elegidos, la intención de Dios era salvación de acuerdo con Su propósito y gracia en Cristo Jesús desde antes de la fundación del mundo (2 Ti.1:9; 2 Ts.2:13). Para los incrédulos, el propósito y la intención es dejar al incrédulo sin excusa. Los hombres son CONDENADOS porque han rechazado la Persona y la OBRA de Jesucristo y rechazaron el único remedio de Dios para el pecado (Juan 3:18; 5:40). Los incrédulos nunca podrán decir que no se hizo provisión para su salvación y que no les fue ofrecida. Jamás podrán estar antes Dios y decir, “La razón por la cual no soy salvo es porque Cristo no murió por mí”. No, la razón por la cual no son salvos es porque RECHAZARON a Aquel que murió por ellos y que es el Salvador de todos los hombres (1 Ti.4:10). Están sin excusa.

Este no es un asunto meramente académico. Es extremadamente práctico, como ya lo he dicho varias veces. Afecta el corazón mismo del evangelio y su presentación. El evangelio que predicaba Pablo a la gente no salva de Corinto era este: “Cristo murió por nuestros pecados” (1 Co.15:3). ¿Tenemos realmente un evangelio de buenas nuevas para todos los hombres (comparar Lucas 2:10-11)? Al predicar el evangelio, ¿qué podemos decir a una persona no salva? ¿Podemos decir, “mi amigo, el Señor Jesucristo murió por ti? ¿ÉL pagó el castigo por tus pecados? ¿ÉL murió como tu Sustituto”?

UN ESCRITOR REFORMADO DIJO ÉSTO:

Pero los consejeros, como cristianos, están obligados a presentar las demandas de Cristo. Tienen que presentar las buenas nuevas que Cristo Jesús murió en la cruz en lugar de los Suyos, que Él llevó la culpa y sufrió la pena por sus pecados. ÉL murió para que todos los que el Padre le dio vengan a ÉL y tengan vida eterna. Como un cristiano reformado, el escritor cree que los consejeros no pueden decir a un aconsejado no salvo que Cristo murió por él, PORQUE ELLOS NO PUEDEN DECIR ESO. Nadie sabe, excepto Cristo Mismo, quienes son Sus elegidos por quienes ÉL murió. Usted podrá sacar la conclusión de cómo un calvinista presentará el evangelio.

Podemos decir; “Un discípulo de la alta escuela de doctrina (calvinismo extremo) no oirá un evangelio mundial- un evangelio del amor de Dios por el mundo—de buenas noticias para toda criatura bajo el cielo. El tiene un solamente mensaje para los elegidos”.

¿Cómo podemos ofrecer sinceramente a los hombres algo que no ha sido provisto para ellos? ¿Cómo podemos ofrecerles un don gratuito, si el don no ha sido adquirido para ellos? ¿Cómo podemos instarles a beber de la fuente de vida, si el agua no ha sido provista para ellos? ¿Cómo podemos decirles que sean salvos, si el Señor Jesucristo no ha provisto para su salvación? ¿Cómo podemos decirla a una persona, “Toma la medicina y serás sanado” si no hay medicina para tomar y no hay sanidad provista? Sinceramente explicamos que: “Sobre este supuesto (el de una expiación limitada), las invitaciones y promesas generales del evangelio no tienen una base adecuada, y parecen ser una mera burla, en breve, una oferta de algo que no ha sido provisto”.

Si el predicador Reformado fuera realmente honesto en cuanto a ésto, el debería predicar su “evangelio” dentro de estas líneas:

“Quizás Cristo murió por ti”.

“Quizás Dios te amó tanto”.

“Cristo derramó Su sangre por ti, quizás”.

“La salvación ha sido provista para ti, tal vez”.

“Posiblemente Dios encomienda Su amor hacia ti”.

“Esperamos que ÉL sea la propiciación por tus pecados”.

“Es posible que Cristo muriera como tu Sustituto”.

“Tal vez te traiga buenas noticias”.


“Es posible que Cristo muriera por ti. Si llegas a ser salvo, sabremos que ÉL murió por ti, pero si continúas rechazándole, entonces ÉL no murió por ti” y nunca fuiste elegido y quedaste excluido.

“Cristo murió por ti solamente si tú crees que ÉL murió por ti (demostrando que eres un escogido), pero si no crees esto y continúas en tu incredulidad hasta el día de tu muerte, entonces Cristo no murió por ti”.

Los que sostienen una expiación limitada o determinada no presentan el evangelio de esta manera, pero ¿una presentación así, no sería consistente con su teología? ¿No sería esta una manera correcta y prudente y sincera de compartir el evangelio? Un calvinista extremo debe ser muy cuidadoso de como presenta la obra de la cruz de Cristo a una persona no salva, porque nunca puede estar realmente seguro si Cristo proveyó salvación para esa persona. Como ha dicho un teólogo muy conocido, “Creer en una expiación limitada significa que las buenas nuevas de la gracia salvadora de Dios en Cristo no puede ser personalizada. Los que sostienen tal posición no pueden decirle a una persona a la que están testificando que Cristo murió por ella porque esa persona puede, de hecho, ser alguien por quien Cristo no murió”.

John Bunyan hizo la siguiente observación: “La oferta del Evangelio no puede, con el permiso de Dios, ser ofrecido más allá de la muerte de Cristo, porque si es quitada, no hay en realidad Evangelio ni gracia. En otras palabras, ¿cómo puedes ofrecer a alguien el Evangelio si no sabes acaso Cristo murió por esa persona? ¿Cómo podemos ofrecer a un pecador algo que no ha sido provisto? Como dijo Lightner, “Ningún axioma parece más cierto que si una salvación es ofrecida, eso implica que la salvación ha sido provista”.

Boettner dice: “Redención universal significa salvación universal” El Calvinismo extremo sostiene que Cristo tiene que salvar a todos por quienes ÉL murió. Ellos razonan así: si Cristo murió por todos, entonces todos tiene que ser salvos”. Pensemos en la lógica de tal razonamiento. Esto sería como decir, “si la medicina está al alcance de todos, entonces todos tienen que ser sanados”. OBVIAMENTE QUE ESTO ES FALSO. La medicina, aunque esté disponible, no hará ningún, bien a menos que sea tomada. “Hay más que suficiente agua fresca para toda persona sedienta en el pueblo”. ¿Significa ésto que toda persona en el pueblo tendrá su sed aplacada? Sólo si cada persona bebe. Tenemos que hacer una diferencia entre la redención realizada y la redención aplicada.

Por lo tanto, en conclusión y de manera práctica la doctrina de “LA EXPIACIÓN LIMITADA” QUEDA DERRIBADA, y así poco a poco, todos los puntos serán destronados por la verdad de la Santa Biblia. Srs Calvinistas reflexionen esto es serio!.

Espere la próxima entrega…

La gracia de Jesucristo sea con Ustedes.-

Samuel Duarte Bautista
Caracas, Venezuela.-

Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO

OBJECIONES Y OBSERVACIONES A LA TEOLOGÍA REFORMADA CALVINISTA

 (PARTE I)

de Samuel Duarte Bautista, el Domingo, 2 de mayo de 2010 a la(s) 22:42 ·
INTRODUCCIÓN:

Las Escrituras nos dicen “examinadlo todo (verificar todo por la Palabra de Dios); retened lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:21). Es nuestra obligación, como creyentes en el Señor Jesucristo, examinar y comprobar todo lo que los hombres enseñan a la luz de la inerrante Palabra de Dios. Trataremos de hacer esto respecto a las enseñanzas de la Teología Reformada. Que el Señor conceda que este análisis sea claro y correcto y, sobre todo, de acuerdo con Su Palabra.


Antes de exponer algunos de los peligros doctrinales de la Teología Reformada, consideremos algunos aspectos positivos de este movimiento. Consideremos los siguientes puntos fuertes:

1. La Biblia (66 Libros) es considerada la única regla de fe y práctica. Los que son de la Tradición Reformada tienen gran reverencia y respeto por la Palabra de Dios y generalmente tienen en alta estima la inspiración, insistiendo que la Biblia es totalmente sin error de ninguna especie. ¡Que todos nosotros seamos contados entre aquellos que tiemblan ante la Palabra de nuestro Dios (Isaías 66:2)! La Inerrancia de la Biblia.

2. A la justificación por fe es dada el lugar que corresponde, como también a otras grandes doctrinas de la Reforma, como el Sacerdocio Universal de los Creyentes y la Sola y Suprema Autoridad de las Escrituras. Solo podemos dar gracias a Dios que estas grandes verdades fueran re-descubiertas y traídas a la luz por los primeros reformadores.

3. La GRACIA DE DIOS es exaltada como corresponde. Conociendo la depravación del corazón humano, los hombres Reformados han expresado profunda gratitud por la asombrosa y superabundante gracia de Dios que puede alcanzar al más grande de los pecadores. Cada creyente debe unirse a ellos en el gloriarse en nuestro misericordioso y bondadoso Salvador y en el regocijarse en Su gracia soberana. Salvos sólo por Gracia.

4. Por causa de su énfasis en la depravación del hombre y en la gloria y soberanía de Dios, los de Tradición Reformada tienden a tener un énfasis CENTRADO EN DIOS y no un énfasis humanístico, centrado en el hombre, que es tan común hoy en día, incluso en el mundo evangélico. Su teología tiende a rebajar al hombre pecador y a exaltar al Dios de toda gloria. Corresponde hacerlo así “porque de ÉL y por ÉL, y para ÉL son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén” (Romanos 11:36). La Gloria de Dios—La Prioridad de Dios.

5. Los que pertenecen a la Tradición Reformada tienen usualmente un sano temor de Dios y una gran aversión al pecado. También tienen un respeto reverente por las normas morales absolutas de Dios, especialmente como se han dado a conocer en los Diez Mandamientos. “Sino como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:15-16).

6. La Teología Reformada puede reclamar a su haber a algunos hombres notables y piadosos que deben ser reconocidos y que demandan nuestro respeto. Ellos han sido diligentes en el estudio de la Palabra de Dios, de lo cual todos podemos beneficiarnos. Estos hombres han tratado de señalar hacia Dios y hacia Su Palabra al operar en esta era de gracia. En la medida en que estos hombres han imitado a Cristo, en esa medida podemos imitarlos a ellos (1 Co.11:1).

7. Los que pertenecen a la Teología Reformada han sido muy exitosos en dar a conocer sus puntos de vista. No lo han hecho tanto por medio de las iglesias locales, sino por medio de la literatura. Los escritores Reformados han inundado el mercado de los libros cristianos. Una gran mayoría de los libros teológicos y comentarios bíblicos están escritos desde la perspectiva Reformada. Los primeros dispensacionalistas como Darby, Kelly y Ironside usaron la pluma de manera poderosa y produjeron volúmenes de libros que exaltan a Cristo, pero los dispensacionalistas tardíos han fallado en seguir pasando la antorcha de la misma manera. Por ejemplo, ningún dispensacionalista actual ha llegado ni cerca de la cantidad ni calidad de trabajo que ha realizado el escritor reformado William Hendricksen (ahora con el Señor) en sus Comentarios del Nuevo Testamento (aunque D. Edmond Hiebert, un querido siervo del Señor ha hecho significativas contribuciones en esta área). R.C. Sproul parece publicar un libro nuevo todos los meses.

La mayoría de las personas convertidas a la Teología Reformada admitirán que fueron llevadas a abrazar esta posición como resultado de leer ciertos libros. Aunque no estamos de acuerdo con todo lo que escriben, reconocemos que ellos han sido diligentes en dar a conocer su posición por medio de la página escrita. (Es interesante que muchos hombres reformados fueron convertidos a Cristo por medio de dispensacionalistas y que luego se volvieron a la Teología Reformada por los escritores Reformados. por ejemplo, John Gerstner escribió un libro atacando a los dispensacionalistas, pero él admite, “Creo que mi conversión fue el resultado del testimonio de un dispensacionalista”.

Ciertamente, hay mucho que es recomendable en el movimiento Reformado. Estos siete puntos (más podrían agregarse) están, por cierto, a su favor. En general, ha sido un movimiento que honra a Dios, que ha predicado a Cristo, que detesta el pecado, reconoce que Dios gobierna desde Su trono soberano y proclama la gloriosa doctrina de la justificación por gracia por medio de la fe de acuerdo a las Escrituras. ¡Que estas cosas también puedan decirse de nosotros!

Con todo el debido respeto por este movimiento, los hombres de este movimiento y los frutos de este movimiento, es nuestro propósito alertar a los creyentes contra los problemas doctrinales y los peligros de la Teología Reformada. Al hacer ésto, sin embargo, deseamos subrayar que no consideramos a los hombres reformados como enemigos, sino como hermanos en Cristo, y que de muchas maneras los tenemos en alta estima. Esperamos que esto sea recordado a medida que el lector considere los siguientes puntos en los cuales diferimos con los de la Tradición Reformada.

MANTENIENDO EN EQUILIBRIO LA VERDAD DE DIOS:

Los creyentes están siempre en peligro de fallar en mantener en equilibrio la verdad de Dios. Los cristianos yerran a menudo cuando tratan de limitar la verdad de Dios, encerrándola en sistemas teológicos humanos. C.H. Mackintosh hizo la siguiente observación:

Dios no se ha limitado a Sí Mismo dentro de los estrechos límites de cualquier escuela de doctrina— alta, baja o moderada. ÉL se ha revelado a Sí mismo. Él ha dado a conocer los profundos y preciosos secretos de Su corazón. Él ha desplegado Sus eternos consejos en cuanto a la Iglesia, Israel, los gentiles y la vasta creación. Los hombres bien podrían tratar de aprisionar el océano en baldes hechos por ellos, como para circunscribir la amplia gama de revelación divina dentro de inadecuados compartimientos de sistemas doctrinales humanos. Esto no puede hacerse y no debería intentarse. Es mejor dejar de lado los sistemas teológicos y las escuelas de divinidad y acercarse como un niño a la fuente eterna de la Santa Escritura y beber allí las enseñanzas vivas del Espíritu de Dios.

Querido amigo, tu dificultad es ocasionada por la influencia de una teología desequilibrada (calvinismo extremo) – un sistema que solo puede compararse con un pájaro que tiene una sola ala o un bote con un remo. Cuando nos volvemos a las sagradas páginas de la Palabra de Dios, encontramos LA VERDAD, no un lado de la verdad, sino toda la verdad en todos sus aspectos. Encontramos, lado a lado, la verdad de la soberanía divina con la responsabilidad humana. ¿Hemos sido llamados a reconciliar a ambos? NO, ya están reconciliados porque ambos están expresados en la palabra. Debemos creer y obedecer. Es un error fatal cuando los hombres construyen sistemas de divinidad. NO puedes sistematizar la verdad de Dios como tampoco puedes sistematizar a Dios Mismo. Abandonemos pues todos los sistemas de teología y las escuelas de divinidad, y tomemos la verdad.

Por la gracia de Dios, sigamos la verdad de la Palabra de Dios, no los frágiles y defectuosos sistemas de los hombres. En los siguientes estudios, veremos algunos ejemplos de cómo la Teología Reformada se ha desviado de la simple y equilibrada enseñanza de la Biblia, especialmente en cuanto a la expiación y a la fe salvadora.

Espere la próxima entrega….

La gracia de Jesucristo sea con Ustedes.-

Samuel Duarte Bautista


Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO