CUANDO DIOS PONGA UNA CARGA EN TU CORAZÓN NO TRATES DE ESCAPAR!
"Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu,
en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, que vino Hanani,
uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los
judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por
Jerusalén. Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad,
allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén
derribado, y sus puertas quemadas a fuego." (Nehemías 1:1-3).
Y ahora vemos que este líder se preocupó lo suficiente como para llorar. (Nehemías 1:4). Lo que hace que una persona ría o llore es a menudo una indicación de carácter. Los que se ríen de los errores o desgracias de otros, o que lloran acerca de desilusiones personales triviales, carecen de educación o de carácter, y posiblemente de ambos.
A veces llorar es una señal de debilidad; pero en el caso de Nehemías fue una señal de fortaleza, como lo fue también con Jeremías (Jeremías 9:1), Pablo (Hechos 20:19), y el Señor Jesús (Lucas 19:41). En realidad Nehemías fue como el Señor Jesucristo en que estuvo dispuesto a compartir la carga que aplastaba a otros, en este caso el pueblo de Judá. "Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí" (Salmos 69:9; Romanos 15:3).
Cuando Dios ponga una carga en su corazón no trate de escapar de ella, porque si lo hace se perderá la bendición que Dios planeaba para usted. El libro de Nehemías empieza con "gran mal y afrenta" (Nehemías 1:3), pero antes de terminar hay gran gozo (Nehemías 8:12-17). "Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría" (Salmos 30:5). Nuestras lágrimas riegan las "semillas de providencia" que Dios ha plantado en nuestro camino; y sin nuestras lágrimas, esas semillas nunca podrían crecer y dar fruto.
Los judíos acostumbraban a sentarse cuando lloraban (Esdras 9:1-4; 2:13). Nehemías estaba imitando inconscientemente a los judíos cautivos que habían lamentado su exilio años antes (Salmos 137:1). Como Daniel, Nehemías probablemente tenía un cuarto privado donde oraba a Dios con su rostro mirando hacia Jerusalén (Daniel 6:10; 1 Reyes 8:28-30). El ayuno solo se requería de los judíos una vez al año, en el Día de la expiación (Levitico 16:29); pero Nehemías dedicó varios días al ayuno, a llorar y orar. Sabía que alguien tenía que hacer algo para rescatar a Jerusalén y él estaba dispuesto a hacerlo.
Estudie el libro Nehemías con mucho entusiasmo. Y cuando Dios le hable directamente a traves de su Palabra, no trate de obviar la voz del Espiritu Santo. Nehemías no ignoró la carga que había en su corazón, sino diligentemente oró, ayunó y actuó según la voluntad divina. Hoy usted también puede enfrentar los problemas de la vida. Recuerda que Cristo nos ayuda en todas las circuntancias. Escucha la voz de Dios a travez de las Sagradas Escrituras.
BOSQUEJO: ESCUCHA LA VOZ DE DIOS Y ACTUE SEGÚN LA VOLUNTAD DIVINA!
La gracia sea con Usted.-
Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO
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