¿QUE TANTO DE HOLLYWOOD DEBERÍAMOS PERMITIR EN NUESTRO HOGAR?
Aunque el cuerpo de cada uno de los niños se queda en casa, su corazón ha sido cautivado para servir a otros amos. Su lealtad es transferida a aquello que el apóstol Pablo llamó “el dios de este siglo” (2Co.4:4).
Mas sorprendente todavía es que muchos padres son cómplices de estos ladrones, en algunos casos sin darse cuenta. Cooperan con su apoyo y participación en el plan de guerra del enemigo. Si los hijos mayores de veinte años son raptados, podemos argumentar que tenían edad suficiente para valerse por si mismos, pero los niños pequeños entre los doce y trece anos son cautivados por el enemigo mientras sus padres se mantiene ocupados en vivir su propia vida conforme a aquello que dicten sus agendas. En este capítulo entramos al dominio gobernado por el dios de este mundo. Aunque el contenido de este capitulo será aceptado por muchos, me pregunto cuántos cambiaran su estilo de vida como resultado de leer este material. Quiénes han mordido el anzuelo de la industria del entretenimiento tedian dificultad para separarse de las cosas que corroen el alma. A decir verdad, todos estamos en peligro de capitular ante el dios de este mundo.
¿Quiénes son estos ladrones que viene a captar el corazón de nuestros hijos y ya controlan el corazón de muchos adultos? Nuestros valores y actitudes o bien son elevados o son destruidos. Si la educación no es buena, tarde o temprano será para perjuicio nuestro. Si Hollywood hace películas con sexo y violencia que se supone solo deben ser vistas por adultos, pero los productores saben que los adolescentes las verán. En efecto, el 80 por ciento de los adolescentes menores de diecisiete años dicen que han visto sin problema alguno películas para adultos. Estas películas, sin importar su clasificación y contenido, contribuirán a formar su opinión acerca de aquello que constituye una conducta sexual normal. Las películas influenciaran actitudes con respecto a la integridad, la violencia, y los valores, así que a través del mundo artificial creado por los productores, se liberan sentimientos reales y muy fuertes. Mientras se encuentran en la sala de cine, los adolescentes reciben una educación efectiva sobre como tratar a las personas del sexo opuesto, como vestirse, el valor del la vida, y que es importante en el mundo.
Las clasificaciones son absurdas, en primer lugar porque los productores expanden cada vez más el límite de lo permitido y siempre quieren imponer su propia definición de decencia. En segundo lugar, porque incluso un película de clasificación general o familiar puede tener temas de rebelión, ocultismo y moralidad cuestionable. De hecho, el sistema de clasificación de películas ha contribuido a la caída en picada de la moral. Todo aquello que un productor tiene que hacer es obtener una clasificación familiar para niños de 13 años y después puede producir aquello que le plazca. Larry Poland de Mastermedia habla así de la junta clasificadora: “Dejaron el cuidado de las gallinas a la zorra”. “Queremos que las personas se rían del adulterio, la homosexualidad, y el incesto”, dijo un libretista, “porque la risa rompe cualquier resistencia contra a estas cosas”.
Un programa de televisión dedico toda una hora a insistir en este punto: “Si usted es un adolescente y no tiene relaciones sexuales, es probable que sea homosexual”. ¡Piense en los mensajes destructivos que se envían a nuestros hijos! Además de la inmoralidad y la violencia, muchos programas de televisión se dedican ahora a fomentar el ocultismo. Por otro lado tenemos la música rap, con sus letras sucias, lenguaje obsceno e imágenes sexuales violentas. Estas palabras y sentimientos se incrustan en la mente de muchos adolescentes. Son palabras e imágenes cargadas de valores e impulsos morales que de alguna manera acomodan muchos corazones. Cada año se veden millones de producciones de música rap y muchas contiene las imágenes mas vulgares, explotadoras y violentas que uno pueda imaginarse. Piense en aquello que significa el hecho de haber permitido que estas influencias entren en hogares de esta nación. Por eso no sorprende el informe del centro para el control de enfermedades, según el cual ocurren cuarenta mil nuevos casos de enfermedades por transmisión sexual cada día en Venezuela. La red global de información, con toda su potencialidad para el bien, también ha abierto la puerta ala pornografía y a toda clase de inmundicia.
El hecho es que sabemos cuanto nos afecta aquello que vemos y oímos, y también que las cosas van a ponerse peor, no mejor. No podemos culpar de todo esto a Hollywood y los productores de pornografía. Ellos prosperan porque existe un mercado para sus productos. Aquello que hacen es apelar a nuestros instintos más bajos, porque saben que los seres humanos tendencia recorrer el sendero de menor resistencia. Tan solo se aprovechan nuestra naturaleza caída y explotan nuestra inclinación a satisfacer nuestros deseos. Si usted cuenta con que ellos asuman parte de la responsabilidad, no se lo puedo garantizar. A la Industria del entretenimiento no le importan otros valores aparte de los suyos. Su única motivación es el lucro económico y su objetivo es hacer caer en la trampa a su hijo para que quede adicto a la música, al sexo, a la pornografía y a la violencia de los medios. De esta manera pueden estar seguros, que se convierta en uno de sus clientes por el resto de su vida.Estos son, pues, los monstruos que entran a nuestro hogar y roban el corazón de nuestros hijos, bajo el nombre artificioso de “entretenimiento”.
Por COMUNIDAD BIBLICA DE LA GRACIA DE JESUCRISTO
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